Proyecto
Resumen
En los últimos años se ha consolidado en el lenguaje educativo la importancia de una adecuada gestión emocional, en una aplicación de la Inteligencia Emocional al ámbito de la educación. De hecho, se ha acuñado con éxito el término “Educación Emocional”. Se trata de un concepto novedoso y clave en la enseñanza enfocado al estudiante como complemento de contenidos intelectuales, ya sea como asignatura independiente o transversal.
De hecho, las emociones tienen una influencia sustancial en los procesos cognitivos de los humanos, incluida la percepción, la atención, el aprendizaje, la memoria, el razonamiento y la resolución de problemas. La emoción tiene una influencia particularmente fuerte en la atención, modulando especialmente la selectividad de la atención y motivando la acción y el comportamiento. Este control atencional y ejecutivo está íntimamente ligado a los procesos de aprendizaje, ya que las capacidades atencionales intrínsecamente limitadas se centran mejor en la información relevante. La emoción también facilita la codificación y ayuda a la recuperación de información de manera eficiente.
Existe una amplia literatura sobre las emociones y la enseñanza, pero ¿qué pasa con la formación de adultos? Hoy en día, los profesores reciben formación en habilidades emocionales y la IE está incluida en la mayoría de los planes de estudio, pero el tema está fuera de discusión en la formación de adultos. Es necesario formar entrenador y facilitadores, además de ser un elemento básico de la cadena. Así, la Inteligencia Emocional es actualmente un tema candente en la formación de adultos, sobre todo teniendo en cuenta las problemáticas específicas de la andragogía (educación de adultos) y las necesidades y demandas particulares de los educandos adultos, muy diferentes a las de los niños. Por eso este proyecto es necesario, porque se ha escrito mucho sobre la IE y la pedagogía, pero poco sobre sus implicaciones en el proceso interminable del aprendizaje permanente.
La visión de SESKAT es incidir positivamente en la percepción y sensibilización de las habilidades sociales y emocionales en el proceso de formación de adultos, mejorando las capacidades de los entrenador y la calidad de la formación, así como su impacto en los beneficiarios finales. En resumen, entender la Inteligencia Emocional potencia el éxito personal como facilitador, porque el profesional estará dotado de habilidades tan importantes en el mercado laboral actual. Conocer su barómetro emocional puede revelarle mucho sobre su estilo de facilitación y cómo trata a sus clientes, qué tan bien tolera el estrés, maneja el cambio, expresa sus emociones e interactúa con los demás, todos ellos influenciados por la IE. A medida que desarrolle su propio conjunto de habilidades de Inteligencia Emocional, podrá ayudar a sus clientes a aumentar sus posibilidades de convertirse en mejores empleados. Este es el objetivo del proyecto SESKAT, un sistema de análisis y formación en Inteligencia Emocional para una nueva generación de facilitadores.
Grupos destinatarios
entrenadores de adultos
Ellos son nuestro principal grupo objetivo, desarrollando un equilibrio emocional que refuerza sus competencias personales y mejora su capacidad para transferir conocimientos y conceptos desde una perspectiva interpersonal.
Estudiantes
Aprenderán a identificar y gestionar sus emociones durante el proceso de formación, ya que está científicamente demostrado que la regulación emocional está estrechamente ligada al éxito de los procesos cognitivos de aprendizaje e interiorización de conceptos.